En muchas ocasiones nos hemos encontrado con la necesidad de seguir mejorando nuestra preparación académica como docentes, y por tanto, buscamos opciones viables que nos permitan lograr ese objetivo. Sin embargo, el ritmo de vida laboral y nuestras responsabilidades nos obligan a buscar las maneras más eficientes y con mejores resultados para poder seguir nuestro desarrollo profesional.
Los videocursos son una excelente manera de lograr estos objetivos porque ofrecen altos porcentajes de retención, ahorran tiempo y son económicamente accesibles. A continuación te explicamos cómo es esto posible.
Varios estudios demuestran que el aprendizaje logrado usando videocursos es altamente efectivo (Yousef, 2014). En un experimento llevado a cabo por investigadores educativos se encontró que tomar videocursos es igualmente efectivo que asistir a clases presenciales en una universidad (Jensen, 2011).
En otra investigación realizada sobre el uso de videos como fuente de aprendizaje, se encontró que estos cursos proveen un material de estudio valioso, pues han aumentado el desempeño académico de quienes han participado en ellos (Brecth, 2012). También se ha detectado que son mucho más atractivos que otros tipos de cursos en línea y han generado un mayor índice de retención de los estudiantes por parte de las instancias que los ponen en práctica, por los diversos estímulos que se utilizan para promover el aprendizaje, la diversidad de estrategias y el uso interactivo de sus materiales didácticos.
Hablando de eficiencia en tiempo, los videocursos ofrecen una excelente alternativa por varias razones. Puedes acceder a un curso desde tu móvil en tus tiempos libres y en prácticamente cualquier lugar que cuente con acceso a internet, además puedes repasar el material cuantas veces sea necesario hasta lograr comprender lo que el instructor está exponiendo. En una clase presencial simplemente no se puede solicitar se repase la información en repetidas ocasiones.
Por último, las clases presenciales son costosas y estos costos son reflejados a las cuotas que como alumno necesitas cubrir, haciendo muchas veces inaccesible la matrícula para una formación continua, sin tomar en cuenta los gastos de traslado, estancia y comidas. Los videocursos son relativamente económicos, tienen certificación y puedes tomarlos prácticamente en cualquier lugar. Además, no es necesario trasladarse físicamente a alguna instalación y puedes tomarlo desde tu hogar, lugar de trabajo o algún espacio público.
Por estas razones los videocursos son cada vez una alternativa más popular para la formación académica. Prueba algunos videocursos y aprovecha las actualizaciones que seguramente serán de provecho para tu mejora laboral en el día a día.
Bibliografía
Jensen, S. A. (2011). In-Class Versus Online Video Lectures: Similar Learning Outcomes, but a Preference for In-Class. Teaching of Psychology, 38(4), 298–302.
Yousef, Ahmed Mohamed Fahmy, Mohamed Amine Chatti, and Ulrik Schroeder. “Video-based learning: a critical analysis of the research published in 2003-2013 and future visions.” (2014): 112-119. Brecht, H. D. (2012). Learning from online video lectures. Journal of Information Technology Education, 11(1), 227-250.